El proceso curricular ha sido diseñado para la formación de abogados idóneos para formular, aprehender, interpretar, analizar críticamente y aplicar el derecho vigente en sus diferentes áreas, a la luz de los principios consignados en el PEI y los establecidos por el programa, con el fin de contribuir a la solución jurídica de los conflictos y a la construcción de instrumentos jurídicos requeridos para el desarrollo en los ámbitos social económico, organizacional, familiar, laboral, público y privado, en el contexto regional, nacional y latinoamericano.
En el ejercicio de su profesión, el egresado tiene un compromiso fundamental con los principios constitucionales de dignidad humana, justicia, orden, seguridad jurídica, legalidad, democracia, solidaridad.