La hipocresía como forma de gobierno Imprimir

Marzo 10 de 2016

Por Guillermo Pérez La Rotta

Profesor del Departamento de Filosofía

Universidad del Cauca


"Pero es necesario saber bien encubrir este artificioso natural y tener habilidad para fingir y disimular. Los hombres son tan simples, y se sujetan en tanto grado a la necesidad, que el que engaña con arte halla siempre gentes que se dejan engañar. No quiero pasar en silencio un ejemplo enteramente reciente. El Papa Alejandro VI no hizo nunca otra cosa más que engañar a los otros; pensaba incesantemente en los medios de inducirlos a error. No hubo nunca ninguno que conociera mejor el arte de las protestaciones persuasivas, que afirmara una cosa con juramentos más respetables y que al mismo tiempo observara menos lo que había prometido. Sin embargo, por más conocido que él estaba por un trapacero, sus engaños le salían bien, siempre a medida de sus deseos, porque sabía dirigir perfectamente a sus gentes con esta estratagema". 


Nicolás Maquiavelo. Capítulo 18 de El Príncipe.


Parece imposible gobernar con entera sinceridad, pues la dirección de un país o institución pública, siempre implica de una parte, compromisos adquiridos con intereses que se juegandebajo de la mesa, y además, con formas de proceder que pueden ser desaprobadas por una comunidad, dado su carácter lesivo o antidemocrático, dentro del ineludible conflicto de intereses. Entonces, se dicen cosas que no son, para crear ambivalencia y confusión en esa comunidad, y poder adelantar la dirección o liderazgo de forma más cómoda. En todo caso, yo creo que un líder debería aspirar a ser sincero en la medida de lo posible, pero definitivamente es más cómodo mentir.Y pareciera que lassociedades, en su forma de estratificación, estabilidad y negociación, así lo promueven y orientan.Un ejemplo puede ser el evento que se realizó recientemente en París sobre cambio climático, donde se echaron discursos para salvar el planeta, pero detrás de la oratoria es importante reconocer que es muy difícil cambiar algo porque los intereses en juego son verdaderamente enormes. ¿Qué carajo la va a interesar el planeta a la Exxon,que siempre denigró de la ciencia ambiental y está detrás de los senadores republicanos estadounidenses? Otro ejemplo es la pose democrática del actual gobierno de Venezuela, que dice de labios para afuera defender esa democracia, pero en la práctica reprime y persigue con descaro a los opositores, igual que hizo el gobierno de Álvaro UribeVélez con los suyos, y en todo caso critica con rabo de paja al gobierno del hermano país. Eso es lo que entiendo como un juego necesario de la hipocresía, y en el extremo sin matices de ésta, de la pura mentira.

 

Otro ejemplo es el actual gobierno de la Universidad del Cauca. Se nos ha dicho de parte de la administración universitaria, en nuestra propia cara, y con toda la frescura del caso, que la formación humanística no va a desaparecer, pero como buen político, el Rector traicionó el año pasado la posibilidad de hablar de forma participativa y decisoria al respecto; eso de verdad ocurrió, el año pasado, en una reunión a la que asistí y donde tuve un corto debate con el Rector. Y luego, entonces continuaron maniobrando para minimizar y desfigurar esa formación, a través de convenios con instituciones dudosas, y para finalmente, dentro del nuevo SistemaAcadémico que proponen, introducir unos "comités casuales", integrados por decanos de ciertas áreas técnicas, comités que decidirán, cómo en cada semestre se impartirán o no, quizás, tal vez, unos cursos humanísticos. La formación humanística será casual en la universidad. ¿Que está detrás de todo esto? ¿Cuál es la "filosofía" de las directivas, que las lleva  a proponer eso? Habría que hacer una discusión seria sobre las ciencias, la tecnología, el saber, el desarrollo de una región o nación, y estaríamos dispuestos a darla, a dialogar con colegas de todas las áreas y con directivos y administrativos de la Alma Mater, pero todo eso es utopía. La universidad pública se convierte cada vez con más énfasis en una especie de instituto politécnico en función de las necesidades del mercado y del desarrolloeconómico al estilo neoliberal.

De otra parte, ahora se habla mucho de la Calidad desde la dirección universitaria, y están obsesionados nuestros jefes por acreditarse, ese es su premio mayor, junto con la regionalización. Pero ¿qué calidad puede haber con la directiva que el vicerrectoracadémico emitió, saltándose instancias normativas, para que simplemente los profesores trabajen más? Y ello, sin importar la cacareada calidad. Porque es que aquí, decían, hay gente haragana, gente que solo da dos cursitos. Bueno, si la hay, entonces hagan el disciplinario del caso. En lo que a mí respecta, soy un gran trabajador universitario, y doy mis cursos con la mejor calidad posible, desde mi compromiso con la vida, con la formación del estudiante, y con la filosofía. Y cada semestre estudio, actualizo los programas, trato de mejorar mis asignaturas, sobre temas que domino pero de los cuales siempre aprenderé con mis estudiantes. El trasfondo de la citada directiva es simple: si seaprietan las tuercas por todos lados, una platica se ahorra, aunque la calidad se vaya lejos. Yo no entiendo cómo un joven catedrático, que en muchos casos hizo una maestría, y al que le pagan un salario indigno, puede dar cinco o cuatro cursos con una mediana calidad. Los señores que dirigen esta universidad están empeñados en mostrar calidad de labios para fuera, ante el Estado y la sociedad, pero hipócritamente han afectado –ésta y la anterior administración que gobernó de forma clientelista, toda una década-las condiciones de los catedráticos y ocasionales, y con frescura dicen que eso no es así, o lo matizan con sus discursos. Esto se llama hipocresía. Podrían empezar promoviendo la calidad con cosas sencillas y esenciales, como mejorar las bibliotecas, fortalecer de verdad, es decir, con dinero, una política editorial, nombrar profesores en los departamentos donde hacen falta, y hasta facilitar que los profesores tengamos marcadores para escribir en los tableros, o un salón donde uno pueda tranquilamente pasar una película, sin tener que dar vueltas para conseguir un videobim disponible.

En el marco de la hipocresía como principio de acción, nos dijeron que examináramos la propuesta de Sistema Académico. Y digo yo: ¿como para qué, señores? Nosotrossabemos que eso no tiene vuelta de hoja, maquillarán aquí y allá, con ciertas palabras, por ejemplo "direccionar", en vez de "dirigir", en el contexto de una idea que tienen, de hacer más funcional y centralizada la administración universitaria.

Se trata de dar más poder, entre otras cosas, a directivos, para coordinar una acción que desde arriba, pueda tenermáseficacia administrativa en la orientaciónde la universidad. La tarea de aprobar ese sistema académico será relativamente fácil, pues cuentan con la clientela en los consejos, para que aprueben lo que proponen.

En un comunicado que el vicerrectoremitió el año pasado, hablaba de horizontes en diálogo, invocando al filósofo hermeneuta Hans-Georg Gadamer, y pidiendo que no diéramos simples opiniones en artículos de prensa,(¿"doxa" que no hace análisis para ir a la "verdad?"), sino que hiciéramos un análisisseriosobrelo público y la universidad. Parecía que invitaba a un debate sobre la base de lo analítico. Pero yo pregunto, ¿el discurso de él en su comunicado no era opinión? Si no lo era, entonces qué era, ¿sería "verdad"?¿Cuando él atacaba al sindicato de profesores emitía simples verdades, u opiniones? ¿Será posible tal utopíadel diálogo en las realidadesde hoy, con la administración actual?Invocar la fusión de horizontes implica el diálogo auténtico y sincero para tramitar conflictos y obtener ganancias o acuerdos mutuos.Eso, hasta ahora no ha existido en esta universidad y mucho menos en esta administración.

En las ocasiones en que hemos intentando dialogar, en diferentes escenarios y temas, el Rector se ha burlado finalmente del diálogo, para hacer lo que su poder le permite, sin tener en cuenta los criterios de sus contradictores. Pero claro, estaríamosdispuestos a dialogar dentro un ambiente propicio, digo yo, en el horizonte de la utopía, donde quizás se ganaría como primera conquista, un poco de confianza.

Lo escrito hasta aquí sugiere algo que quiero resaltar: la discusión, la crítica, la concertación, como formas de lo público en unauniversidad, responden a una cultura, y esa cultura, debe ser, como su nombre lo indica, cultivada progresivamenteen el tiempo. Mas esa cultura no existe en la Universidad del Cauca. Eso supone, creo yo, democracia y humanismo, de diferentes maneras. Y eso lo han ignorado desde hace tiempo las directivas. Ahora ellos administran, según su entender, la universidad. ¿Promoverían los directivos una honda y sincera discusión sobre lo académico y sobre lo público? Profesores y estudiantes tendríamos mucho que decir sobre eso, pero eso por ahora se queda en el terreno de las necesarias utopías que echan para delante la vida de los seres humanos.

El sistema de dirección que estádiseñado hace décadas en las universidadespúblicas, es sencillamente perverso, y pone en cuestión una auténtica autonomía universitaria, que debería dar cierto gradode poderdecisorio a las fuerzas vivas de una institución como la universidad. Y es perverso porque la elección del rector dependeen grado sumo del clientelismo regional y nacional, y muy poco de esas fuerzas vivas. Entonces, después de que un Rector es elegido, empieza a pagar favores a sus amigospolíticos, adentro y afuera de la universidad, que contribuyeron a elegirlo.Para mí ellodesvirtúa la esencia misma de lo público y delouniversitario. ¡Pero a muchos les parece que eso precisamente es una de las condiciones esenciales de lo público! : repartirse la mermelada, como dicen ahora, para defenderintereses personales, o para hacer  incluso un proyecto serio; en cualquier caso, todo pasa por la maquinaria clientelista, esa es nuestra idiosincrasia desde antaño. Y entonces el cambio, aunque sea gradual, queda definido nuevamente por la utopía.

Por allídebería empezar una discusión filosófica como la que pidió el vicerrector académico el año pasado en el citado comunicado. Qué es y cómo debería ser lo público. Enorme cuestión, que está en verdad sometida al vaivén y tutela de los gobiernos nacionales de turno, lo sabemos, y que desde hace décadas, implica que cada vez las universidades públicas trabajamos más con menos dinero. En consecuencia, hay que producir dinero, bajo la égida del neoliberalismo. ¿Alguna vez los rectores han podido pararse con firmeza ante los altos funcionarios del Estado para exigir un financiamiento digno? Quizás la misma estructura clientelista del sistema lo impide.

Lo público tendría que ver, creo yo, según mi opinión, -porque opinar importa, ¿cierto?- con elreconocimiento auténtico de todos losactores de una institución, incluidos por supuesto los administrativos, -pues allí en ese estamento universitario hay mucho drama para contar-, en espacios institucionales, formales, deliberativos, de discusión.Algo de eso propusimos, cuando por encargo del Rector, estuvimos en un comité de comunicaciones, pero al final el documento que resultó de esa labor quedó archivado en un cajón por decisión del mismo Rector.Lo público tendría que ver con la posibilidad de dar máspoder y compromisoa todas las instanciasuniversitarias, empezando por lascomunicaciones o lasgestiones la calidad. Pero en este momento marchamos en sentido contrario, pues se busca centralizar aún más el poder decisorio.

Adhiero al contenido crítico del serio documento que los profesores Gabriela Arbeláez, Rubiel Vargas, Sonia Gaona y Fredy William Bustos, de los Departamentos de Física y Matemáticas, han suscrito en referencia a la propuesta en curso del Sistema Académico. Es un escrito donde proponen hacer un debate sobre lo público en el siglo XXI, y en el marco del siguiente evento que se realizará en honor a Antonio García, ilustre humanista que pasó por las aulas de esta institución, en un fugaz momento de liberalismo hace muchas décadas (años 30. ¡Imaginen cómo era esta hidalga provincia!). En ese documento los profesores y profesoras citan a uno de los participantes, con un pensamiento que a mi modo de ver caracteriza hasta cierto punto lo que se viene imponiendo como una forma del saber y el neoliberalismo, excluyendo por supuesto la reflexión transversal que las ciencias humanas deberían generar al interior de la formación universitaria:

"... Con ello, la Universidad se ha convertido en una institución tecnocrática cuya misión es ejercer las funciones de docencia e investigación con la finalidad de incrementar los medios disponibles dentro de un marco de fines ya establecidos e inmutables. El problema desde la perspectiva de la academia, es que ello no implica sino su exclusión de la vida política y de la vida social. Es decir, abre un plano adicional en el que la desigualdad se expresa. Al académico se le priva del derecho de participar en los asuntos de relevancia nacional (excepto de votar), por cuanto deja de ser tal y se convierte en un "político". Tal noción, que se extiende a casi todas las demás ocupaciones, implica una forma velada de negar su ciudadanía".

Resulta lamentable pero previsible, que personas que  se decían hace años de izquierda le hagan hoy el trabajo a la derecha, y que en cierta manera los extremos se toquen en la forma del autoritarismo. No recuerdo persecuciones y arbitrariedades como las que se han dado en esta administración. Mas la ley, que tanto les sirve a los directivos en unos casos para echar adelante sus reformas, en otros casos ha fallado en contra de ellos, como en lo referente a la profesora Gloria Arboleda y la señora Luz Oliva Herrera. Amanecerá y veremos, sobre los destinos de la Universidad del Cauca hacia la conmemoración, con tono rimbombante, de los doscientos años del nacimiento de esta institución. A propósito, yo no entiendo cómo cuando uno abre la web de Unicauca, encuentra a mano derecha, a unos personajes que hacen brillar a la universidad en el horizonte inmarcesible de los tiempos. Bueno, en realidad se trata del Necesario y Viejo Teatro del Poder. Uno de esos próceres, cuya efigie salió en una ocasión, había estado varios años en su casa por cárcel. Afortunadamente ya lo quitaron de la galería. Pero todo eseTeatro les encanta candorosamente a ciertos payaneses adictos al poder. El señor Juan Diego Castrillón ya debe estar pensando, junto con quien será su sucesor para continuar su Obra, en qué artista realizará su retrato al óleo, para que luego aparezca en la hermosa galería del Salón Fundadores, junto a su ilustre predecesor.  Pero también es posible que esté pensando en repetir, despistando a la gente con una propuesta que viene circulado de forma restringidadizque para democratizar la elección del Rector. Yo creo más en la antigua convicción del Rector –manifestada en distintas asambleas-, de que es mejor hacer cabildeo con los miembros del Consejo Superior y con los políticos locales que consuetudinariamente se reparten segmentos de la nóminaen las entidades públicas, para entregarlos a sus pupilos y electores. Esa es la inspiradora idea de lo público que ellos tienen. Por lo demás, cuando el políticodice que busca realizar una idea, posiblemente está pensando en hacer otra cosa, como vieja táctica ladina que corresponde al citado epígrafe de Maquiavelo. La verdadera forma democrática de elección estribaría en otorgarle a la comunidad universitaria la oportunidad de elegir de forma directa al Rector, conociendo propuestas de los candidatos de antemano, pero eso les debe parecer a las directivas, incluyendo al Consejo Superior, peligroso, revolucionario, y hasta populachero,  porque perderían un poder que tiene una acendrada tradición, y entonces prefieren continuar con el clientelismo que les conviene como patriarcas que son de esta provincia.En cualquier caso, y teniendo en cuenta que en los corredores ya se ventilan nombres de posibles aspirantes, propongo a la comunidad universitaria un debate sobre la elección de Rector, con la intención de esclarecer universitariamente el tema, y sabiendo que difícilmente puede prosperar una idea democrática al respecto.

Última actualización el Viernes, 11 de Marzo de 2016 15:39